La Escuela de Lideresas forma parte del proyecto “Contribuyendo a la erradicación de la violencia contra las mujeres y niñas en el occidente de El Salvador”, ejecutado por Las Mélidas en coordinación con Fundación Mujeres y financiado por la AEXCID.

En la segunda jornada formativa de la Escuela se desarrolló el tema de la construcción social de los géneros. Este fue impartido por la socióloga Nidia Umaña, quien inició la sesión con una dinámica para propiciar la reflexión de las lideresas, partiendo de las preguntas: ¿Qué se espera de una niña buena, de una adolescente buena y de una mujer buena?. Las asistentes apuntaban algunos aspectos como que las niñas tienen que ayudar a sus madres en las tareas del hogar, no deben correr, no deben jugar juegos violentos o de acción (típicamente asociados a los niños), deben portarse bien y ser obedientes, entre otras… Similares respuestas se obtuvieron con las preguntas referidas a adolescentes y mujeres adultas.

Este ejercicio cautivó a las participantes, ya que se dieron cuenta de cómo los patrones sociales se transmiten, sin importar sus niveles de educación, ya que en la diversidad de participantes se obtienen similares respuestas. Conocer y ser conscientes de estas diferencias se vuelve una herramienta importante para el empoderamiento de las mujeres y así lo manifestaron las asistentes al reconocer que no se debe permitir que estos estereotipos moldeen la vida de sus hijas e hijos.

Las participantes en el taller expresaron que estos patrones fueron impedimento para que algunas de ellas pudieran acceder a la educación, pues según la familia “era perder el tiempo” ya que socialmente se establecía que “las mujeres deben estar dedicadas a la atención de la familia”. También manifestaron que todas las personas deben tener los mismos derechos, los mismos privilegios y las mismas obligaciones sin importar si se es mujer u hombre.

Esta sesión se desarrolló con debates desde una óptica de derechos de las mujeres, lo cual generó el interés y motivación al aprendizaje, favoreciendo además que compartieran sus experiencias.

Las lideresas expresaron algunas de las problemáticas en las que se ven afectadas, por ejemplo, las que reciben una cuota asignada por la Procuraduría para sus hijas e hijos comentaban que es muy baja o que aspectos como la edad y baja escolaridad les obligan a emplearse en el sector informal.

Asimismo analizaron y lamentaron que otras culturas aún continúen discriminando, maltratando y denigrando a las mujeres, reconociendo los logros y avances que tiene El Salvador en este tema.