Desde el mes abril 100 mujeres de 10 comunidades rurales de El Viejo (Nicaragua) están siendo formadas en torno a la producción de hortalizas, de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Esta iniciativa está enmarcada en el proyecto «Promoción del desarrollo socioeconómico de mujeres con perspectiva de género en el municipio de El Viejo, Chinandega», cofinanciado por la Agencia Extremeña de Cooperación para el Desarrollo (AEXCID) y promovido por APADEIM y Fundación Mujeres.

Ya durante el mes de abril todos los grupos se han formado en agricultura de conservación, aprendiendo a preservar los suelos y la rotación de cultivos, y desde el mes de mayo están participando en talleres para la elaboración de productos orgánicos. En estos talleres se está trabajando en torno a la elaboración orgánica de los productos necesarios para el control de plagas, enfermedades y correcciones en las deficiencias nutricionales de las hortalizas. Para ello, se están utilizando productos de fácil acceso  y bajo coste como por ejemplo el ajo, que funciona como insecticida al mezclarlo con aceite o alcohol y dejarlo macerar, o las hojas de árboles autóctonos como el nim, y el madero  negro mezcladas con agua y maceradas.

El objetivo de esta capacitación es fortalecer los conocimientos de las mujeres en el cultivo de hortalizas, dotándolas de recursos prácticos para el uso en sus parcelas de insecticidas, fungicidas y abono orgánico, con un bajo coste económico y medioambiental. Con ello se pretende que produzcan hortalizas de una forma amigable con la naturaleza y con los recursos encontrados en las propias comunidades.

Para el desarrollo de los talleres se utiliza una metodología participativa, donde las mujeres exponen los principales factores que limitan la producción de hortalizas y cómo  han dado respuesta a los problemas con los que se enfrentan. En este sentido una buena parte de las productoras emplea productos químicos para las plagas o abonos. No obstante, otras nos comparten el uso de alternativas orgánicas, como la utilización de plantas de nim, compost o uso de hojas de madero negro, entre otras.

Retomando estas técnicas se les ha explicado la forma de actuar en las plantas, tanto de los productos orgánicos, como de los químicos, haciendo hincapié en las ventajas y desventajas de cada uno de ellos. Así mismo, se ha trabajado sobre la importancia que los microorganismos tienen en la elaboración de los productos orgánicos.

Estos talleres tienen un componente teórico-práctico, en los cuales ellas mismas elaboran insecticidas, fungicidas y abonos orgánicos, que posteriormente serán utilizados en la siembra y desarrollo de sus cultivos. A lo largo de la próxima semana, el equipo técnico se desplazará a cada patio para la elaboración, con cada mujer, de los abonos orgánicos que cada una utilizará para la siembra de hortalizas que se llevará a cabo en las próximas semanas.