Una parte importante del tejido empresarial de Asturias forma parte del sector comercio, que es la rama con más peso dentro del sector servicios con prácticamente un 25% del total de empleo de dicho sector. El Observatorio de Igualdad de Oportunidades 2016, cifra en un 91,4% las mujeres asturianas que trabajan en el sector servicios, de las cuales el 66% trabaja en profesiones feminizadas entre las que se encuentra el sector comercio, junto con los servicios de restauración, personales y de protección. Es por tanto necesario comprender qué sucede con la salud laboral de las mujeres en sectores feminizados que han sido subestimados, tanto en la carga de trabajo como en los posibles riesgos laborales, siendo estos categorizados como “más ligeros o menores”.
Es por ello que la investigación parte de la perspectiva de género para analizar la PRL y la salud laboral de las mujeres, detectando las carencias y determinando algunos riesgos específicos que afectan a las trabajadoras del sector. De esta manera se plantea la necesidad de realizar la evaluación de riesgos laborales partiendo de la base de que mujeres y hombres tienen diferencias físicas, biológicas, sociales y laborales que son necesarias conocer para poder realizar una evaluación eficaz y prevenir futuros accidentes o enfermedades laborales.
Uno de los riesgos que más acusan las trabajadoras del sector son los riesgos psicosociales, ligados sobre todo al problema de la conciliación y las condiciones laborales del comercio (contratos parciales, temporales, estacionales, horarios poco flexibles, etc.), pero paradójicamente son los riesgos menos evaluados. Por ello y en tanto que el objetivo principal de este estudio era proporcionar herramientas o propuestas de actuación para introducir la perspectiva de género en la salud laboral y en la prevención de riesgos laborales del sector comercio se realizó una “Guía con pautas para la incorporación de la perspectiva de género en la salud laboral del sector comercio” centrada en los riesgos psicosociales y destinada a las empresas del sector, con el fin de conseguir una mejora de la salud laboral de las trabajadoras.
