La publicación, editada bajo el título Más Igualdad = Mejor Comercio, fue presentada en rueda de prensa por la Concejala de Empleo, Igualdad y Juventud, Begoña Fernández, el presidente de la Unión de Comerciantes, David Argüelles, y María José Carretero, de Fundación Mujeres. Durante dicha presentación se informó de que la guía ha sido fruto del estudio «La gestión de la igualdad de género en el comercio de Gijón: diagnóstico y oportunidades», subvencionado por el Ayuntamiento de Gijón a través de la Agencia Local de Promoción Económica y Empleo en el marco del Plan Local de Formación 2009 y realizado por Fundación Mujeres con la colaboración de la Unión de Comerciantes Autónomos de Gijón y Carreño.
Tal y como se indica en la presentación de Más Igualdad = Mejor Comercio, su principal objetivo es «servir de herramienta para que los comercios de Gijón puedan dar respuesta a lo que supone la obligación de respeto de la igualdad de trato y de oportunidades en el ámbito laboral, mediante la adopción de medidas dirigidas a evitar cualquier tipo de discriminación laboral entre mujeres y hombres, que afecta a todas las empresas y no sólo a aquellas que están obligadas a negociar e implantar planes de igualdad como las de más de 250 personas en plantilla».
El primer paso del estudio fue la realización de un análisis DAFO, es decir, de un análisis de las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades del sector comercio en relación con la igualdad de género. Para ello, se realizó una revisión documental desde una perspectiva de género a partir de la cual se extrajeron las características de gestión del sector comercio, con especial detalle a lo referido a los recursos humanos, puesto que es el área en la que la igualdad de género posee una mayor incidencia. El siguiente paso del estudio fue la realización un grupo de discusión, al que se convocó a un grupo de comercios asociados a la Unión de Comerciantes, con el objetivo de conocer las medidas relacionadas con la igualdad de género ya implantadas en los comercios que pudieran ser consideradas buenas prácticas y detectar las dificultades o resistencias que podían subyacer a la falta de implantación de dichas medidas en el sector.
