El autobús que reconduce sus vidas

Vanesa y María Ángeles están en paro. Pero eso no significa que permanezcan paradas. Desde el pasado 10 de marzo asisten, junto a otras 13 compañeras más, a un curso de conductora de autobús.

A los mandos de uno de estos vehículos intentan acceder en unos meses al mercado laboral.

La Fundación Mujeres es la organizadora de esta acción formativa de 405 horas. La iniciativa se incluye dentro del proyecto ‘Conduce tu inserción’, financiado por los Programas Experimentales del Servicio Extremeño Público de Empleo (Sexpe).

El curso está dirigido a mujeres desempleadas inscritas en el Sexpe de Mérida. Las participantes son mayores de 21 años y poseen el permiso de conducir tipo B y el Graduado Escolar.

Todas las mañanas, de 9 a 14 horas, las 15 alumnas se dirigen a la Autoescuela Martín Cerrato de Mérida para estudiar los aspectos teóricos. Las prácticas con el vehículo empiezan cerca del mediodía.

Además de los conocimientos específicos para aprender a conducir un autobús, el curso se completa con unos módulos que complementan el trabajo de un conductor. Servicio de orientación laboral, habilidades sociales y laborales, inglés de atención al cliente, bolsa de empleo e intermediación laboral entre las empresas y las participantes del curso para facilitar su incorporación a un puesto de trabajo son otras de las materias que cursarán las alumnas hasta el mes de junio.

Las prácticas

A partir de las 11,30 de la mañana viene lo emocionante. Es cuando se montan en el autobús, toman contacto con el vehículo y practican con él. Conducir es lo que les gusta. Cuando consigan soltura saldrán a la carretera. Por ahora sólo practican en la pista situada al lado de la antigua Algodonera.

El profesor que las instruye, Martín Lavado, reconoce que al principio siempre tienen un poco de respeto por un vehículo que es tan grande, «pero con un par de prácticas pierden el miedo, se hacen bien con el autobús, y se familiarizan con las distancias. Cuando salen de este curso están perfectamente capacitadas para trabajar como conductoras de autobús», explica.

Las alumnas se muestran muy cumplidoras e interesadas y se vuelcan con lo que hacen. Así definen a las futuras conductoras sus profesores.

A Vanesa Tacones el curso le parece «lo mejor». Ya tenía vocación antes de matricularse y le encanta conducir camiones. Al principio el vehículo le pareció grande, pero poco a poco se ha acostumbrado a las nuevas dimensiones. «Eso es lo único. Por lo demás es igual que conducir un coche». Sus planes de futuro pasan por encontrar un trabajo como conductora.

Mª Ángeles Gómez, otra de las participantes, define el curso como «muy completo» y comparte con su compañera la ilusión de encontrar un empleo como conductora. Reconoce haberse adaptado muy bien con los mandos. «Creía que iba a resultar más difícil conducir un vehículo tan grande», pero poco a poco fue controlándolo y ahora le encanta todo lo que tiene que ver con la carretera. Desde que se matricularon en la Autoescuela Martín Cerrato, todas las alumnas han ido sumando experiencia al frente de un volante, han ganado puntos como conductoras y han aprendido a reconducir sus vidas.

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