Desigualdad doméstica, desigualdad laboral

 Las desigualdades laborales a las que se enfrentan las mujeres en España van más allá del mercado laboral. La raíz está en “la división sexual del trabajo, es decir, de que nosotras nos encarguemos de manera prioritaria todavía de los cuidados y del trabajo doméstico no remunerado”, según comenta Lina Gálvez, catedrática de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad Pablo de Olavide.

Varias investigaciones recientes cuantifican que el impacto en la progresión laboral de las mujeres y en sus salarios tiene que ver con tener hijos o hijas. Un estudio publicado el mes de febrero de este año en EE UU, realiza un seguimiento de la vida laboral y personal de la ciudadanía danesa entre 1980 y 2013, comprueba lo que ocurre con los ingresos de las mujeres y de los hombres después del nacimiento de su primera hija o hijo. Los resultados demuestran que, en un periodo de 10 años, los ingresos de las madres son penalizados un 20% respecto al de los padres. Sara de la Rica, catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco señala que, “sería muy interesante hacer en España un estudio como el que se ha hecho sobre Dinamarca, pero no tenemos la información disponible.” De la Rica ha investigado las diferencias salariales entre las mujeres y los hombres en España, llegando a comprobar que las brechas salariales se amplían entre los 30-34 años, la edad más frecuente para el primer nacimiento.

Las cargas familiares les siguen pasando factura a las mujeres, ya que son ellas las que mayoritariamente se piden los permisos laborales, excedencias y reducciones de jornada por razones de cuidados. Según los últimos datos disponibles del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el 92,6% de las excedencias por cuidados se las piden las madres.

La falta de conciliación y corresponsabilidad en el hogar entre las mujeres y los hombres son obstáculos permanentes en las vidas laborales de las mujeres los cuales llegan a impedir su progreso y crecimiento profesional.

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