Comienza el proyecto “Abawala: The future is female”, financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación al Desarrollo (AEXCID) y promovido por PECA Women and Children’s Foundation, WIPE Uganda y Fundación Mujeres. Un total de 180 madres adoslescentes participarán en este proyecto.
De esta manera, se da el pistoletazo de salida de las contrapartes ugandesas PECA Women and Children’s Foundation y WIPE Uganda. Tras recibir la maravillosa noticia de que el proyecto “Abawala: The future is female” (Chicas: El futuro es femenino, en lusoga e inglés), presentado a la Agencia Extremeña de Cooperación al Desarrollo (AEXCID), había sido aprobado, identificaron a las beneficiarias y equiparon los centros donde se realizarían las actividades.
Este es el reto más ambicioso y apasionante de estos equipos ugandeses que, por primera vez, han unido fuerzas, ideas y proyectos da a luz esta iniciativa que va a beneficiar a estas 180 madres adolescentes de las zonas rurales de los distritos de Luuka y Jinja. PECA, durante el confinamiento derivado de la Covid-19, ofreció acompañamiento integral a adolescentes que resultaron embarazadas a causa de los efectos de la pandemia y sigue trabajando en el proyecto Smiles for Luuka para sensibilizar a jóvenes de escuelas de educación primaria acerca de sus derechos sexuales y reproductivos. Por su parte, WIPE quería expandir los maravillosos resultados del proyecto Gomesi a este colectivo tan discriminado en Uganda como son las madres adolescentes. De estas experiencias nació Abawala.
El objetivo general es erradicar la violencia sexual y los embarazos adolescentes, así como sus consecuencias agravadas por la pandemia COVID-19, contribuyendo a la igualdad de oportunidades y a la reducción de las discriminaciones de género en zonas rurales del este de Uganda (ODS 5). El objetivo específico busca promover el efectivo cumplimiento de los derechos humanos de niñas y madres jóvenes de las zonas rurales de la subregión de Busoga, mediante el impulso de sus medios de vida y la sensibilización comunitaria para la prevención de la violencia y los embarazos adolescentes.
Con el proyecto se han creado 6 cooperativas de formación integradas por 30 madres adolescentes cada una, 3 en Luuka y 3 en Jinja. Éstas se están equipando para convertirse en talleres de costura y peluquerías para que las beneficiarias puedan formarse en estos dos oficios y tener nuevas oportunidades laborales en el futuro para ellas y sus hijas e hijos. La idea es que al finalizar el proyecto, los centros y todo el equipamiento se entregue a las beneficiarias organizadas en cooperativas para que se autogestionen y empiecen sus propios negocios.
Además, también van a recibir formación financiera y sensibilización en derechos sexuales y reproductivos, de la misma manera que se trabajará con toda la comunidad para romper con la discriminación y los estereotipos que sufre este colectivo tan vulnerable.
