En el marco del proyecto “Contribuyendo a la erradicación de la violencia contra las mujeres y niñas en el Occidente de El Salvador”, ejecutado Las Mélidas en coordinación con Fundación Mujeres y el apoyo financiero de la AEXCID, se realizó una jornada de seguimiento en Santa Ana con mujeres integrantes de los Comités Comunales de Prevención de Violencia contra las Mujeres (CPVM).

En esta jornada las participantes pudieron compartir algunas experiencias vividas como parte de los comités. Se inició con un ejercicio, como recordatorio de los tipos de violencia reconocidos en la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres LEIV, que son: Violencia económica, física, psicológica y emocional, patrimonial, sexual, simbólica y  feminicidio.

Una de las ventajas con las que cuentan las lideresas que conforman los comités, son los procesos de formación que han tenido en diferentes espacios promovidos por Las Mélidas, por lo que su intervención en la comunidad, en las actividades relacionadas a los CPVM, es de calidad y con conocimientos básicos de la LEIV.

Las lideresas  identificaron la importancia de conocer los derechos de las mujeres, sensibilizar en prevención de la violencia contra las mujeres, la organización como una base para la participación ciudadana y demás acciones que se están realizando y contribuyen al empoderamiento de las mujeres.

Las participantes han hecho un trabajo de calidad en sus comunidades, ya que han dado seguimiento a casos de distintos tipos de violencia, orientando a las mujeres víctimas a seguir la ruta de denuncia y, en algunos casos, acompañando o trasladando el acompañamiento a la abogada de Las Mélidas para su debido seguimiento.

Algunos de los casos que estas mujeres han acompañado, como parte del comité y con el acompañamiento de Las Mélidas, han tenido resoluciones favorables, es decir que se ha resuelto en favor de las víctimas. Sin embargo, hay casos en los que las instituciones responsables no han aplicado la LEIV.

La labor que estas lideresas realizan repercute en la disminución de riegos de violencia que las mujeres tienen en sus comunidades, además de establecer relaciones de confianza entre ellas.