En este segundo año del proyecto “Contribuyendo a la erradicación de la violencia contra las mujeres y niñas en el Occidente de El Salvador”, promovido y ejecutado por Las Mélidas y Fundación Mujeres y cofinanciado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (AEXCID), se han podido llevar a cabo todas las actividades previstas permitiendo hacer un cierre exitoso del mismo.
A continuación se detallan algunos de los logros conseguidos desde la puesta en marcha del proyecto:
Resultado 1: La formación de las mujeres organizadas en torno a los derechos sexuales y reproductivos y el derecho a una vida libre de violencia, llevándose a cabo sesiones de reflexión y formulación de propuestas de acciones políticas para abonar al cumplimento de dichos derechos.
-En este resultado se llevaron a cabo dos procesos de formación, uno para mujeres jóvenes y adolescentes y otro para mujeres adultas. Las formaciones abordaron los derechos sexuales y reproductivos, la violencia contra las mujeres y legislación en materia de igualdad de El Salvador. Con el grupo de mujeres jóvenes y adolescentes se ha logrado sensibilizarlas en los diferentes temas, generando, además, una red de apoyo entre ellas para la denuncia de los casos de violencia de género que están viviendo en primera persona, así como otras compañeras de sus comunidades, familiares y amigas. Asimismo, 5 de las jóvenes participantes que habían abandonado la escuela, tras ver sus progresos en la formación y reforzar su autoestima, decidieron retomar sus estudios de primaria.
Por su parte, si bien es cierto que la mayoría de las mujeres adultas estaban sensibilizadas en materia de género vimos que carecían de conocimientos sobre las leyes de igualdad vigentes en el país y empoderamiento real en cuanto a los derechos sexuales y reproductivos se refiere. Las mujeres adultas han mostrado, tras su paso por el proyecto, un fortalecimiento notorio en la temática de derechos sexuales y reproductivos. A lo largo de los 6 meses de formación pudimos observar como han ido llevando a cabo algunos cambios en sus vidas como por ejemplo, la elección de un sistema de planificación familiar sin consultar a sus parejas o una mayor autonomía para participar en actividades que les suponga estar fuera de hogar. Es importante destacar que muchas mujeres, para realizar la formación durante dos días fuera de sus casas debían pedir permiso y algunas debieron de enfrentarse a esa situación con sus parejas. Con el apoyo de Las Mélidas se logró que todas las mujeres participaran y que sus parejas se involucraran de alguna manera en algunas de las actividades realizadas del proyecto, ya sea de manera directa o indirecta.
-Otra actividad enmarcada en este resultado fue la reflexión y elaboración de propuestas de políticas públicas municipales con las mujeres organizadas del proyecto. En este caso se decidió sumar a la elaboración de los mapas de prevención de violencia que las Alcaldías deben de realizar para identificar los diferentes riesgos y peligros en los municipios y poder crear sistemas de seguridad con una mirada femenina, que responda a la situación que viven las mujeres de todas las edades. Por ello, se elaboraron de manera participativa mapas para 16 comunidades en los municipios de Santa Ana, Izalco y San Lorenzo. El desarrollo de esta actividad permitió no solo crear un espacio de reflexión y de toma de consciencia de los peligros que las mujeres viven en sus comunidades, sino que también un vínculo con autoridades como la Unidad de la Mujer, la Policía Nacional Civil y las Alcaldías. Algunos de los beneficios a raíz de la presentación de los mapas han sido:
oAbordar abusos de las propias autoridades (policía y militares) con presencia en algunas comunidades
oQue las mujeres han solicitado en las alcaldías una mejora de la iluminación y demandas específicas para cada comunidad. Si bien es cierto, esta parte debe seguir fortaleciéndose para seguir generando mayor incidencia.
Resultado 2: Generación de espacios para la reflexión, atención y fortalecimiento de las capacidades individuales y colectivas de las mujeres así como para canalizar atención emocional y jurídicas primarias a mujeres que enfrentan violencia.
-Para el segundo resultado se desarrolló la actividad de formación y seguimiento a comités municipales y mesas de debate de prevención de violencia contra las mujeres y derechos sexuales y reproductivos, canalizando atención de consejería. En primer lugar se desarrollaron comités de prevención dela violencia (CPV) con las mujeres ya organizadas en cada comunidad del proyecto. Estos estaban conformados por 7 mujeres, las cuales recibieron formación previa para poder desempeñar el papel de orientadoras para víctimas de violencia de género. Como es bien sabido, en comunidades rurales de El Salvador la inseguridad por parte de los grupos pandilleriles, la escasa comunicación y los bajos niveles educativos desmotivan la denuncia de los casos de violencia. En este contexto las miembras de los CVP que son lideresas de las comunidades por su cercanía y confianza con las mujeres de sus zonas, son las personas más adecuadas e inmediatas para orientarlas. Los logros con esta actividad han sido notorios y lo podemos observar con los casos que han referido a los servicios de atención psicológica y las asesorías y acompañamientos jurídicos del proyecto.
-Por otra parte, los espacios generados como grupos de autoayuda para jóvenes y adultas han ido en paralelo a su empoderamiento afianzando los conocimientos adquiridos en el proceso de formación y en el proceso de elaboración participativa de herramientas para la incidencia. Es imprescindible este crecimiento personal y un trabajo previo de traumas emocionales personales para un empoderamiento real. Asimismo, se han llevado a cabo asistencias psicológicas a casos particulares y asesoramientos jurídicos para ayudar a las mujeres beneficiaras del proyecto a salir de los círculos de violencia a los que se enfrentan.
Resultado 3: El impulso de acciones de contraloría e incidencia hacia las instituciones municipales para que incorporen en sus políticas públicas acciones que garanticen el derecho a una vida libre de violencia y derechos sexuales y derechos reproductivos para las mujeres.
-Para la consecución de este resultado se desarrollaron dos actividades. Por una parte, la campaña con las mujeres organizadas para la sensibilización sobre los derechos sexuales y reproductivos y derecho a una vida libre de violencia contra las mujeres. Esta incluyó campañas abiertas a través de diversos medios como las redes sociales y radio principalmente así como campañas específicas a través de jornadas en centros educativos para la sensibilización inicial en el territorio desde la niñez. Además se elaboraron dos cortos de manera participativa con las beneficiarias para visibilizar la situación de las mujeres en la actualidad. Este fue un producto clave para la sensibilización con los jóvenes de centros escolares en los que se impartieron sesiones de sensibilización.
-Además, también se llevaron a cabo los foros públicos municipales de los mapas de prevención de la violencia de género ante las autoridades en el territorio municipal. Este ha sido un espacio que ha permitido generar sinergias y coordinaciones directas entre las mujeres beneficiarias y la socia local. Además, posteriormente se han desarrollado proyectos de manera conjunta con la Policía Nacional Civil, ya que, tras su participación en los diferentes foros, han admitido su carencia en brindar atención especializada hacia las víctimas de género y sobre conocimientos básicos de la igualdad.
La valoración general de este proyecto es muy positiva. Ha tenido un impacto real en la vida de las mujeres, las cuales han generado espacios de apoyo y sororidad entre ellas, se han empoderado en sus derechos y se han creado vínculos con instancias públicas relevantes. Por otra parte, las propias instancias públicas han tomado consciencia de sus carencias y han mostrado su apertura a cambiar y a formarse. Con todo ello se ha contribuido notablemente a mejorar la situación de violencia que las mujeres de todas las edades viven en el Occidente de El Salvador y sentado las bases para continuar trabajando en otros proyectos de cara a la consecución de una vida libre de violencia para las mujeres salvadoreñas.