En el marco del proyecto “Prevención de la Violencia de Género y mejora de la Salud Sexual y Reproductiva de las mujeres en 10 comunidades de El Viejo, Chinandega (Nicaragua) Fase 2«, cofinanciado por la Xunta de Galicia y ejecutado por APADEIM y Fundación Mujeres, se desarrollan visitas casa a casa a los hombres de las comunidades con el objetivo de mantener activo al grupo de participantes en las distintas comunidades donde tiene presencia el proyecto, y reforzando así la coordinación con los mismos.
Las visitas casa a casa fomentan que se geste, entre el grupo de parti¬cipantes, un sentido de continuidad en los procesos formativos y al mismo tiempo se contribuye a mantener la motivación y organización de estos referentes en sus comunidades e inclusive fuera de las mismas.
“Nosotros en las comunidades siempre somos grupos activos, claro está que cuando nos llegamos a ausentar es por motivos de trabajo, como la zafra por ejemplo o la cosecha del camarón; pero siempre nos volvemos a integrar, porque es un espacio para nosotros y nos sentimos cómodos compartiendo desde lo que cada uno sabe y ha vivido”
De igual modo, la realización de visitas casa a casa contribuyen a conocer in situ la implicación que tiene, para la vida diaria, su participación en los procesos de los cuales este grupo es parte y, a su vez, se puede observar el efecto positivo que tiene en el entorno familiar inmediato y comunitario los contenidos trabajados desde la formación en Masculinidad y SSR con hombres, a través de los talleres de reflexión-acción.
“Siempre es bueno que se realicen algunas visitas, porque así ustedes conocen como vivimos y si todo lo que nos enseñan lo sabemos poner en práctica, conocer nos pone en la mirada de la gente, porque si nos equivocamos en algo, siempre sobra quien nos señale si actuamos al contrario de lo que hemos aprendido”
El comentario anterior es un testimonio relacionado con las realidades de muchos hombres que han asumido su posicionamiento de no ejercer acciones violentas en cualquiera de sus expresiones, aportando de esta forma a una convivencia sana, al cuidado y bienestar propio y el de sus parejas, así como a la promoción de una cultura de Paz en las comunidades.