El pasado 29 de enero, en el marco del proyecto “Prevención de la Violencia de Género y mejora de la Salud Sexual y Reproductiva de las mujeres en 10 comunidades de El Viejo, Chinandega (Nicaragua)”, cofinanciado por la Xunta de Galicia y promovido por APADEIM y Fundación Mujeres, se desarrolló un grupo focal con mujeres de comunidades rurales de El Viejo, beneficiarias del proyecto. El objetivo de dicho grupo focal, en el cual participaron 14 mujeres, era identificar los principales aprendizajes y percepción de las participantes en el proyecto.
Durante esta actividad, las mujeres compartieron sus aprendizajes, percepciones y sentimientos sobre lo vivido y aprendido en el proyecto. Respecto a cómo la violencia de género limita sus decisiones y actuaciones por su salud sexual y reproductiva, las mujeres nos comentaban que han aprendido lo valiosas que son, y que tienen derecho a vivir sin violencia y decidir sobre su cuerpo, así como que nadie puede obligarles a tener relaciones sexuales si no lo quieren.
En cuanto a la toma decisiones sobre el uso de métodos de planificación familiar y cómo se están protegiendo de las enfermedades de transmisión sexual (ITS), las mujeres expresaron que ahora conocen que la oferta del Ministerio de Salud es poca, en relación a la cantidad de métodos que existen. Reconocen que hay un acceso limitado, así como los efectos secundarios por el uso de la inyección trimestral, y las consecuencias que trae para su salud sexual y reproductiva.
En materia del uso del preservativo masculino, aseguran que es un proceso y que aún a veces resulta costosa la negociación con sus parejas. Sin embargo, las mujeres que durante el seguimiento ginecológico resultaron con alguna problemática de salud, cuenta que la única negociación es “lo uso porque mi vida y salud es muy importante”.
Sobre los seguimientos médico-ginecológicos, las emociones y sentimientos afloraron. Muchas mujeres nunca habían asistido a una clínica para revisión, mucho menos, explorar su cuerpo para identificar algún malestar a nivel ginecológico. En este aspecto, los aprendizajes de las mujeres son muchos, entre los cuales podemos destacar, que ahora son conscientes de que ese tipo de chequeo es necesario, porque es un derecho, y que en ocasiones, puede salvar vidas.