En el marco del proyecto “Fomentando iniciativas productivas con valor agregado para la reducción de la pobreza y la exclusión de las mujeres de la parroquia de Quisapincha, Tungurahua” cofinanciado por la Xunta de Galicia y ejecutado por Fundación Humana Pueblo a Pueblo – Ecuador con la colaboración de Fundación Mujeres, el pasado 10 de abril se llevó a cabo el “Encuentro de familias Pushak Kawsay” en el Parque de la Familia de la parroquia de Quisapincha, en el que participaron 215 personas. Previo al desarrollo del evento se implementaron todas las medidas de bioseguridad necesarias para favorecer la libre movilidad y circulación entre las familias participantes, previniendo la aglomeración de las mismas.
El objetivo de este encuentro, de 8 horas de duración, fue crear espacios de convivencia en el que las familias adquieran herramientas prácticas para poder expresar sus sentimientos, pensamientos y afectos, fomentar una comunicación asertiva, el reparto de tareas en el ámbito doméstico y construir alianzas para la prevención de la violencia de género en las comunidades. A través de juegos, dinámicas y actividades lúdicas se incorporó a las familias en las diferentes actividades.
Se establecieron 5 carpas temáticas en las que se trabajaron aspectos como el reconocimiento de emociones y cómo gestionarlas de manera adecuada, o la importancia de que los hombres se impliquen en los cuidados y tareas domésticas. En la última carpa se preparó un espacio de interacción para niños y niñas, donde pasaron el rato a través de juegos de ambientación e integración, actividades deportivas y lúdicas creando un ambiente para que pudiesen divertirse, en tanto que sus madres y padres participaban de las actividades. Las familias participaban de las carpas temáticas de manera rotativa, permitiéndose una estancia de 30 a 40 minutos en cada una de ellas.
Las actividades permitieron que mujeres, hombres, niños, niñas y adolescentes expresaran sus reflexiones y opiniones. Por ejemplo, muchas mujeres manifestaron que necesitaban ser más escuchadas, que les daba miedo hablar porque no querían lastimar o hacer enfadar a los maridos, por lo que muchas veces se desquitaban con los hijos e hijas; en los hombres hubo un reconocimiento importante en la limitación de la expresión de las emociones de otra forma que no sea la ira, los hombres reconocen que también deben ser un pilar fundamental en el cuidado de los hijos e hijas y que a pesar de que no se les ha enseñado a expresar los sentimientos, sienten amor por la familia y les importa lo que pase con todos los integrantes. Así mismo, mencionaron que sus padres y madres no han sabido hablar con ellos o expresar cariño, y que el rol que se les ha asignado es el de poner orden y reglas en la familia, por eso les cuesta expresar sus emociones. Tanto unas como otras comentaron que las actividades formativas en las que han participado en el marco del proyecto les ha ayudado a ser conscientes de todo esto y proponerse mejorar sus relaciones familiares, desde el respeto mutuo.
El evento finalizó con actividades lúdicas (sorteos y grupo musical) que permitió a las familias pasar un rato agradable y en compañía.