Marisa Soleto, directora de la Fundación Mujeres, ha inaugurado, junto a la diputada de igualdad, Antonia Molina, y la vicepresidenta de la Diputación de Cáceres, Esther Gutiérrez Morán, la exposición Paredes que Hablan, que vuelve a sacar a la calle el dolor, la pena, la indignación de las personas que han sufrido en su familia la tragedia de la violencia de género.
Cuatro historias; las de Candy, Marta, Rosalía y Alicia contadas por personas que las amaron, voces atrapadas en la intimidad de sus casas. Cuatro paneles que reproducen una pared de un domicilio particular a tamaño real, con un texto adjunto, que contienen una breve información sobre el contexto del asesinato machista y un código QR que da acceso a un estremecedor testimonio.
Soleto ha querido recordar el legado de Soledad Cazorla y la labor del Fondo de Becas, en Fundación Mujeres, que trabaja en la reparación del daño de los hijos y las hijas de mujeres asesinadas por violencia de género, ayudando en su desarrollo personal y educativo, desde hace casi 10 años. En su intervención ha agradecido el interés y el apoyo de la Diputación de Cáceres por llevar a su ciudad esta exposición.
Ya en 2018, y gracias a la colaboración altruista de la agencia TBWA, vio la luz Paredes que hablan, que fue exhibida en la estación de Atocha en Madrid, en la estación Delicias de Zaragoza y en la Ciudad de la Justicia de Valencia en su formato original. La exposición fue galardonada con varios reconocimientos importantes.
Paredes podrá visitarse en Cáceres, en el Museo de historia y cultura Casa Pedrilla Museo Guayamasin , desde hoy, 25 de noviembre, hasta el 14 de diciembre. Pretende dar voz a las víctimas más invisibles de la violencia de género, sensibilizar al público sobre la gravedad de esta violencia y sobre la necesidad de luchar para que el horror desaparezca.
Un minuto de silencio y la lectura de un manifiesto por parte del alcalde de Aldenueva del Camino, Ricardo García, han puesto fin al acto de inauguración.


