El 25 de noviembre de cada año se conmemora a nivel mundial, el día internacional contra la violencia de género hacia las mujeres. En esta fecha se recuerda y se conmemora el asesinato de las hermanas dominicanas Mirabal también conocidas Las Mariposas (Patria, Minerva y María Teresa Mirabal). Asesinato motivado por su fuerte oposición y lucha activa en contra de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Las Hermanas Mirabal sufrieron encarcelamientos, violaciones, torturas y finalmente el asesinato por oponerse a un régimen que acortaba libertades y derechos.
58 años después del asesinato de las Hermanas Mirabal, mujeres diversas alrededor del mundo continuamos siendo objeto de represiones, criminalización, persecuciones y encarcelamientos por nuestra lucha activa a favor de los derechos de las mujeres.
58 años después, mujeres diversas alrededor del mundo continuamos siendo objeto de diversas formas de violencia hacia nuestros cuerpos, hacia nuestras vidas. El derecho a vivir una vida libre de violencia de género es un derecho humano recogido en tanto en el ámbito internacional a través de tratados y pactos, como en el ámbito nacional a través de las constituciones y otras leyes. Sin embargo, todavía tenemos un largo camino por recorrer para que la igualdad formal se traduzca en una igualdad real y sustantiva donde las mujeres podamos vivir una vida libre de discriminaciones y desigualdades por razón de género.
58 años después, mujeres diversas continuamos luchando y exigiendo poder vivir una vida en la cual no se nos mate por el mero hecho de ser mujeres. Las mujeres, niñas, adolescentes y personas LGTBI continuamos enfrentándonos a la violencia sexual, a un sistema de justicia patriarcal, a la revictimización, continuamos caminando por las calles con miedo.
58 años después, mujeres diversas continuamos enfrentándonos a la violencia económica que se produce al interior de las familias, en las empresas, a las discriminaciones por atrevernos a desempeñar oficios no considerados como “femeninos”, continuamos cobrando de media un 25% menos que los hombres en trabajos del mismo valor. Luchamos por una vida donde se desinstale el sistema político, socio-económico y cultural hetero-patriarcal en el cual el dominio de los hombres sobre las mujeres estructura las relaciones y las instituciones. Una vida libre de la opresión particular que vivimos en un sistema capitalista que utiliza el cuerpo de las mujeres para su uso, disfrute y explotación.
58 años después, las mujeres diversas continuamos enfrentándonos a diferentes formas de violencia simbólica sobre nuestros cuerpos, con una objetivización constante en los medios de comunicación, con nuevas formas de violencia como: el ciberacoso o el porno de venganza. Las mujeres migrantes y refugiadas viven diversas formas de violencia tanto en sus países de origen como en el tránsito y el país de destino.
Sin duda, la violencia de género contra las mujeres es una de las violaciones de derechos humanos más extendidas del siglo XXI y su erradicación uno de los asuntos pendientes de más urgente abordaje.
Desde La Coordinadora de ONGDs de Extremadura y la agrupación Feministas Cooperando, integrada por la Asociación Malvaluna, la Fundación Anas, la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura, Mujeres en Zona de Conflicto y la Fundación Mujeres, seguiremos defendiendo la necesidad de impulsar políticas, programas, proyectos que garanticen el libre ejercicio de las autonomías de las mujeres, desde que somos niñas, con una educación que empodere y acabe con la cultura del miedo, apostando por el pleno cumplimiento de los derechos humanos, para que cada mujer del mundo pueda desarrollar de forma libre, autónoma y sin violencia su proyecto vital, siendo escuchadas y tenidas en cuenta desde la infancia.
Instamos tanto a los poderes públicos como a la población extremeña en general a asumir un papel pro-activo en la lucha contra la violencia de género hacia las mujeres.
Por una vida libre de violencia y para que no tengamos que sumar ¡Ni una más!