La Lotería de la Madrina vuelve para cambiar la suerte de los huérfanos de la violencia de género

La Lotería de la Madrina vuelve para cambiar la suerte de los niños y de las niñas, que han perdido a sus madres asesinadas por sus propios padres o parejas. Este año termina con 46 mujeres que han sido asesinadas, víctimas de la violencia de género, mujeres que eran, hijas, amigas, hermanas, madres. 35 menores han perdido a su madre. Son las cifras oficiales de 2024 pero detrás de ellas están las vidas de muchas familias destrozadas.

El Fondo de Becas Soledad Cazorla, fondo de ayudas para el desarrollo personal, apoyo educativo y reparación del daño dirigido a niños y a niñas, que han vivido la tremenda experiencia de perder a sus madres asesinadas por sus propios padres o parejas, vuelve a repartir ilusión con la Lotería de la Madrina.

Un proyecto promovido por la Fundación Mujeres, Playloterías y Loterías Solidarias del Mundo para que la lotería del niño, el tradicional sorteo de la Lotería de la Nacional por la infancia, haga visible el drama que viven las hijas y los hijos huérfan@s por la violencia de género.

TOD@s podemos contribuir a devolverles sus ilusiones mediante un donativo, que se realiza en caso de obtener el reintegro. Al jugar un décimo de la “lotería de la madrina” se acepta una condición: Por cada décimo agraciado con uno de los tres reintegros del sorteo del 6 de enero de 2025, se donarán 10 euros, que serán destinados íntegramente a financiar becas de estudios.

Por cada compra, se recibe un certificado a nombre del comprador o compradora, que le acredita de forma fehaciente como propietario de cada décimo. Este documento que se almacena en la cuenta virtual de cada participante, puede imprimirse o descargarse como justificante. Tras el sorteo los premios obtenidos se cobran de forma sencilla ordenando una simple transferencia bancaria. Tanto la notificación de la compra como los premios se notifican por email.

Este año nuestras madrinas son:

La Lotería de la Madrina es un ejemplo más de cómo los juegos públicos pueden ser solidarios y contribuir a cambiar la suerte de quienes más lo necesitan, en este caso las vidas de los niños y de las niñas, que han perdido a sus madres por la violencia de género.