El grupo de hombres jóvenes de los departamentos de Santa Ana y Sonsonate terminó el proceso de formación en masculinidades alternativas el pasado mes de septiembre. Dicha formación, desarrollada en el marco del proyecto “Apoyo al empoderamiento político y económico de las mujeres en El Salvador”, ejecutado por Las Mélidas de manera coordinada con Fundación Mujeres y el financiamiento de la Diputación de Cáceres, tuvo una duración de tres meses y fue realizada en las instalaciones de Ágape, en Sonzacate.
La última sesión del taller comenzó con una serie de actividades lúdicas y recreativas con la idea de compartir conocimientos entre los participantes, consiguiendo un primer pero importante paso: hablar de ellos mismos con otros jóvenes diferentes, pero con situaciones similares.
Después de conectar y generar un ambiente de confianza entre ellos, se pasó a desarrollar la temática de las relaciones de poder y las masculinidades, los significados de ser hombre joven, así como los atributos y camisas de fuerza que dejan secuelas demasiado duras para las mujeres, otros jóvenes y ellos mismos.
Tras el espacio para la reflexión y el análisis de la información recibida, se dio la oportunidad de reconocer que el modelo hegemónico de las masculinidades es un mandato que no suma, sino que resta para el disfrute de la vida misma. “Que los jóvenes lleguen a esa conclusión es muy alentador” comentaba Manuel Tobar, facilitador del proceso.
El taller finalizó con la visualización de las emociones, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este es un tema de vital importancia teniendo en cuenta que el suicidio es una de las primeras causas de la muerte en la juventud en El Salvador, en su mayoría vinculado con la dificultad expresar emociones, hablar, dialogar y no cuidarse. Por lo cual, en las jornadas se invitó a los jóvenes a expresar sus sentimientos y emociones para evitar este tipo de problemas.
Por último, se invitó a emprender un nuevo camino en las masculinidades, experimentando nuevas formas de vivir una masculinidad más responsable, menos violenta, asociada al respeto por las personas, a la equidad de género y a conectar más con la vida.