Fundación Mujeres y APADEIM, con el apoyo financiero de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEXCID), llevan a cabo desde enero de 2014 el proyecto «Promoción del desarrollo socioeconómico de mujeres con perspectiva de género en el municipio de El Viejo, Chinandega», en el cual participan 100 mujeres de 10 comunidades rurales de El Viejo (Nicaragua), y los hombres con los que comparten su hogar. Este proyecto se ha venido reforzando con una intervención en materia de prevención de violencia y salud sexual y reproductiva, gracias a la financiación de la Diputación de Cáceres en 2014, y a la Xunta de Galicia durante 2015.
Desde la delegación de Fundación Mujeres en Extremadura se hace un seguimiento permanente del proyecto, tanto técnico como económico. No obstante, para medir el pulso al proyecto de primera mano, se ha articulado un viaje de seguimiento del 15 al 24 de junio, en el cual, además de realizar reuniones de seguimiento y planificación con los equipos técnicos, y hacer una revisión económica de la ejecución del proyecto, se han hecho reuniones y entrevistas con las personas participantes en el proyecto. En este sentido se han visitado las comunidades de intervención del mismo, con visitas ad-hoc para hacer entrevistas grupales e individuales a las y los participantes del proyecto, así como asistir a algunas de las actividades previstas durante esos días, visitar los patios regenerados en el marco del proyecto y los animales de los cuales se les ha provisto a las mujeres y hacer un seguimiento de las iniciativas de negocio impulsadas.
En el marco del proyecto financiado por la AEXCID se han llevado a cabo hasta el momento un proceso en materia de género, para reforzar el empoderamiento personal de las mujeres, ligado sobre todo al acceso y control de los recursos, y corresponsabilidad en el hogar. En este sentido, se han impartido hasta el momento 8 de los 10 talleres previstos en el proyecto. En las visitas llevadas a cabo, se ha medido el impacto hasta el momento del proyecto, detectando que este año y medio de proyecto ha supuesto un cambio sustancial en las vidas de las mujeres, a nivel de aplicación práctica de los contenidos de los talleres. En los numerosos testimonios recogidos se ha podido detectar que las mujeres, además de valorar muy positivamente su participación en el proceso, este ha supuesto un cambio importante en sus vidas, que les está permitiendo llevar a cabo relaciones más igualitarias en sus hogares, con la implementación de una corresponsabilidad inexistente anteriormente, además de contar con una generación de ingresos propios, que controlan íntegramente y dedican no sólo para el bienestar global de la familia, sino también para su propio autocuidado y necesidades personales, reconociendo sus propias necesidades y pensando también en ellas y no sólo en los demás. Así mismo, reconocen cambios muy positivos en los hombres con los que comparten hogar, los cuales se están corresponsabilizando cada vez más de las tareas domésticas y cuidado de hijas e hijos, así como en un mayor respeto a las decisiones que toman las mujeres.
Este impacto no habría sido posible sin un proceso paralelo con los hombres de la familia, para la deconstrucción de masculinidades machistas y fomentar una masculinidad basada en la igualdad y el respeto a las mujeres. Hasta el momento se les ha impartido un total de 8 talleres a sus parejas, o en el caso de que no tengan pareja, padres o hermanos. Éstos ya están participando en marchas a favor de las mujeres, como las del 8 de marzo o 25 de noviembre, con la elaboración propia de mensajes a favor de las mujeres. Los hombres valoran muy positivamente su participación en el proceso, y reconocen cambios propios en la asunción de responsabilidades del hogar, así como en la propia relación con sus parejas a nivel afectivo y de respeto. Los hombres entrevistados, individual y grupalmente han solicitado que puedan beneficiarse de este proceso también otros hombres de sus comunidades, puesto que creen que es fundamental “abrir los ojos” al máximo número posible de hombres para mejorar la convivencia en los hogares y acceder a un desarrollo emocional con sus parejas.
Así mismo, se han llevado a cabo 7 talleres técnico- productivos, acompañamiento y asesoría permanente para la diversificación productiva en los patios de las mujeres, lo cual ha ido acompañado de la entrega, por parte del proyecto, de animales y plantas, en cuya crianza y producción se ha formado. Incluyendo entre otros, cerdos, cabras, gallinas y pelibueyes, así como árboles de distintas especies, plantas para alimentar a los animales y medicamentos y otros productos necesarios. Se han visitado parte de estos animales para comprobar su estado, y se ha indagado sobre los protocolos de crianza aprehendidos en las capacitaciones, así como sobre los logros y dificultades enfrentados. Se constata que a pesar de que la “moriña” una enfermedad que ha asolado la zona que afecta a las gallinas, ha acabado con el 38% de las gallinas entregadas en el proyecto, las mujeres, con los beneficios que estas les habían dado hasta entonces, han comprado nuevas gallinas, las cuales, además de proveerles de proteínas por los huevos que les proporcionan, les generan un excedente de ingresos con la venta de los huevos sobrantes, así como con los que dejan para reproducción de la especie.
Muy buenos son los resultados de los animales porcinos, quienes se han reproducido con gran éxito, pudiendo beneficiar a otras mujeres de las comunidades con una fórmula ideada llamada “pase en cadena”. El pase en cadena consiste en “pagar” los animales que les ha entregado el proyecto, dando a otra mujer de la comunidad el mismo número de animales que han recibido del proyecto en las mismas etapas de vida, esto es, que si una mujer recibió una cerda de 4 meses, ha pasado a otra mujer del proyecto una cría de 4 meses de su cerda. Para la elección de la mujer beneficiaria del pase en cadena, se elige a una mujer con baja situación socio-económica. Estas mujeres receptoras están también solicitando participar en los talleres de género y que sus parejas también puedan participar en los talleres de masculinidades.
Menos exitosa ha sido la experiencia con las cabras y pelibueyes. 7 cabras mejoradas no consiguieron adaptarse a la zona, y han muerto en los últimos meses. En relación a las cabras restantes y los pelibueyes hay distintas experiencias, que tienen que ver sobre todo con la adecuación de los espacios. Aquellas mujeres que tienen espacios más grandes para que puedan pastar, tienen muy buenas experiencias, puesto que las cabras producen mucha leche, suficiente para alimentar a niñas y niños de la familia y sus propias crías y cabras y pelibueyes se están reproduciendo con normalidad, aumentando el rebaño. Las mujeres que tienen espacios limitados no tienen tan buena experiencia, puesto que las cabras se saltan a las fichas vecinas, y sus propietarias y propietarios se quejan de estas incursiones, que acaban con sus siembras o arbustos. Estas mujeres quieren devolver las cabras para evitar estos problemas. En este sentido, se ha previsto pasarlas a las mujeres que están teniendo experiencias exitosas, para aumentar su rebaño.
El último componente del proyecto prevé la identificación y puesta en marcha de negocios por parte de las mujeres del proyecto. En este sentido, a lo largo del primer año y medio del proyecto han participado en un proceso formativo teórico-práctico para la identificación y creación de los planes de empresa de sus negocios. En este proceso, ha sido clave la intervención de la expatriada de Fundación Mujeres, Patricia Álvarez, quien ha permanecido en Nicaragua varios meses en cada anualidad, impartiendo talleres, con el apoyo de APADEIM y la cooperativa de crédito UCREV, y haciendo asesoría a las mujeres para establecer la viabilidad de sus negocios y cómo gestionarlos. Este componente del proyecto no está funcionando con normalidad en esta segunda anualidad del proyecto por no haber recibido todavía los fondos de la segunda anualidad del proyecto por parte de la AEXCID. En este sentido, a pesar de haber recibido las formaciones y parte de la asesoría, no han podido poner en marcha sus negocios, puesto que el proyecto prevé un fondo rotatorio de 11.000€ para que estas mujeres tengan acceso a los fondos necesarios para la puesta en marcha de sus negocios, con condiciones ventajosas de devolución del crédito. Esta falta de implementación del fondo rotatorio ha sido la parte peor valorada por las mujeres, quienes llevan esperando desde abril, fecha que se estimó para la recepción de los fondos, para la poder dar inicio a sus proyectos, y poder así tener el acompañamiento del equipo técnico del proyecto para la gestión de sus negocios una vez creados. Hasta que no se reciban los fondos, no será posible poner en marcha esta acción.