Desde que en el año 1995 se firmase la Declaración de la Plataforma de Acción de Beijing con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) tiene por objetivo hacer una revisión del material que se elaboró hace 20 años y que fue firmada por 189 países. Éstos aceptaron el compromiso de cambiar las injusticias y las desigualdades que tienen lugar en el mundo y que no respetan los derechos de las mujeres.
Desde la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, las mujeres siguen sufriendo las desigualdades y la discriminación en sus puestos de trabajo. Una mujer gana aproximadamente un 77% de lo que gana un hombre. La OIT insiste en que si no se toman medidas la igualdad de salario entre los hombres y las mujeres no será posible hasta el año 2086.
Por otro lado, se hace referencia a los obstáculos con los que se encuentran las mujeres para acceder a puestos de mando en empresas de gran calibre. Las mujeres representan un 30% de los puestos de mando unido a la doble carga que no se hace visible en los hombres. Ellas se hacen cargo de sus puestos laborales y sacan tiempo para ocuparse también de las tareas en el ámbito doméstico. Con respeto a esto, la Plataforma de Acción de Beijing sitúa los límites que impone la distribución del trabajo asistencial no remunerado sobre el acceso de la mujer al empleo remunerado. Debido al estereotipo de género, las mujeres siguen siendo las que asumen la carga de las tareas de ámbito doméstico y las responsabilidades familiares, lo que las aparta del trabajo remunerado o las relega a trabajos cuya remuneración suele ser menor.
El último punto al que se hace referencia es al de solucionar el problema que supone la violencia en el ámbito laboral, haciendo alusión a términos como intimidación y acoso.
Pasados veinte años desde la Declaración de la Plataforma de Acción de Beijing, se concluye que la situación de las mujeres en el ámbito laboral ha sufrido mejorías, sin embargo éstas no han sido tantas como se esperaba en un principio. La OIT está comprometida a promocionar la igualdad de género y el empoderamiento económico de la mujer.
El futuro del trabajo está en una mayor presencia de las mujeres en esta esfera, y ahí la igualdad de género debe ser un hecho