A veces, sin darnos cuenta, en nuestras relaciones personales entre iguales, asumimos ciertos papeles o roles que no nos hacen ningún bien y pueden convertirse en relaciones tóxicas.
En éstas relaciones tóxicas, en la mayoría de los casos no somos conscientes del papel que desempeñamos; por ello, por nuestra parte podemos contribuir a modificar la dinámica de la relación para que vuelva a ser saludable.
Es interesante prestar atención a la teoría desarrollada por Stephen Karpman (psicólogo transaccional); ha definido el “triángulo drámatico”, señalando 3 papeles principales que solemos adoptar:
- Persona Perseguidora: Es la que critica, amenaza o culpa de todos sus males a terceras personas.
- Persona Salvadora: Se preocupa en exceso por los problemas de los demás. Asume como responsabilidad propia el bienestar de los demás en detrimento del suyo.
- Persona Pasiva: Se queja constantemente y busca a otras personas para que le resuelvan sus problemas. Se siente indefensa y no capaz de salir de las dificultades por sí misma.
Podemos contribuir al cambio en la dinámica de nuestras relaciones dándonos cuenta de nuestra actitud frente a ella. Sin embargo, siempre debemos recordar, que no podemos controlar a las demás personas para que cambien, e igualmente, no debemos permitir que nos controlen, esas situaciones en las relaciones quedan fuera de este análisis ya que puede llegar a tratarse de una situación de violencia.
Para tener relaciones más duraderas, satisfactorias, saludables y enriquecedoras lo haremos para a partir de dos claves:
- Reconocimiento: Es decir, evaluar nuestras relaciones, valorar cual es sana y nos beneficia y cuál es tóxica. En estas relaciones igualitarias dañinas, identificar cuál de los tres papeles señalados anteriormente estamos desempeñando y reconvertirlos.
- Cambio de rol: responsabilizándonos de nuestra felicidad, reconociendo lo que hacemos adecuadamente para nuestro bienestar y el de los demás, e intentando cambiar aquellas conductas y pensamientos que podemos mejorar. Tomando conciencia de que el cambio es posible, y de que a veces, modificando solo un poco nuestros comportamientos seremos más felices.
¿Cómo podemos conseguir mejorar y qué hacer para conseguir que nuestras relaciones sean más saludables?
- No querer controlarlo todo, dejar de querer influir en las demás personas.
- Mirar hacia nuestro interior, parar a escucharnos y aprender a tener en cuenta nuestras necesidades.
- Respetar decisiones y opiniones ajenas.
- Permitirnos equivocarnos y permitir a los demás equivocarse
- Saber poner límites y saber decir “no” sin sentirnos mal por ello.
- Tomar decisiones propias sin buscar siempre la aprobación de los demás.
- Confiar más en nosotras, reconocernos valiosas y sentirnos capaces de conseguir nuestros objetivos por nosotras mismas, con nuestras propias capacidades.
Este es un pequeño ejemplo de cómo poder mejorar nuestras relaciones interpersonales, si tienes dudas acerca de lo que has leído o te gustaría cambiar algo en tu vida, te recomendamos que acudas a Cuidadanas, las profesionales te atenderemos y te ayudaremos en tu proceso.
Somos parte responsable de nuestra realidad, hagamos que sea lo más agradable posible.
Si eres cuidadora, excuidadora, o potencial cuidadora y quieres venir con nosotras a las diversas actividades culturales que tenemos previstas, llámanos y te informaremos: 915912420 / cuidadanas@fundacionmujeres.net
Esta actividad está financiada por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.