En el marco de las acciones formativas del proyecto “Incorporando y aplicando nuevos enfoques para prevenir y reducir la violencia de género y contribuir al empoderamiento económico de las mujeres en Nicaragua«, ejecutado por APADEIM, Xochilt Acalt y Fundación Mujeres y cofinanciado por la AEXCID, se ha concluido el módulo III: El cuerpo y la Sexualidad de la formación institucional en género a los equipos de mujeres de APADEIM y Xochilt.
Estas temáticas se han abordado desde el enfoque sistémico y el de la interseccionalidad, lo que ha permitido abordar la violencia basada en género por condición social, edad y género. Esto ha permitido identificar el alto grado de vulnerabilidad que sufren las niñas y adolescentes de las comunidades cuando son mujeres pobres y que viven en hogares afectados por las drogas y el alcohol. Durante la sesión se ha analizado como la violencia sexual acontece dentro de los hogares de las víctimas siendo sus familiares varones, como padres, tíos, hermanos, cuñados y abuelos, los principales agresores. Asimismo, también se ha profundizado en cómo afecta a las mujeres, principalmente a las niñas y adolescentes, la violencia a nivel personal y familiar y como se naturaliza en la comunidad.
Todo esto se han trabajado utilizando dinámicas como caminando en tus zapatos, en la que se reproducen historias de violencia basada en género y posteriormente, las participantes se introducen en el papel de las víctimas y van experimentando en ellas mismas todas las sensaciones y secuelas de vivir esas situaciones de violencia. Como resultado, 10 mujeres participantes del proceso formativo contaron al grupo que también habían sido víctimas de violencia sexual lo cual resultó bastante impactante para el grupo. En la sesión se invitó a una abogada, doctora y psicóloga para que explicasen cómo afrontar el problema de violencia sexual desde los aspectos legales y médicos, tanto para acceder a la justicia como a procesos de recuperación física y psico-emocional.
En la última parte de la sesión se llevaron a cabo unos ejercicios de biodanza como técnica de recuperación emocional que puede ayudar a cerrar las grietas emocionales que origina el vivir situaciones de violencia, entre ellas la violencia sexual.