En la segunda anualidad del proyecto “Contribuyendo al empoderamiento de las mujeres en los derechos sexuales y reproductivos y de una vida libre de violencia en el occidente de El Salvador”, ejecutado por Las Mélidas en colaboración con Fundación Mujeres y el apoyo financiero de la Xunta de Galicia, está previsto atender, al menos, a 150 mujeres de las diferentes comunidades de intervención. El objetivo principal es incrementar las asesorías y acompañar tanto jurídica y psicológicamente los casos de violencia de género que viven mujeres de los municipios de intervención.

Las atenciones y asesorías son de vital importancia para poder empoderar a las mujeres que deciden denunciar alguna vulneración a sus derechos. Es importante remarcar que las instituciones públicas en El Salvador, en numerosas ocasiones, incumplen su responsabilidad de activar los protocolos del Sistema de Atención Especializado a Mujeres Víctimas de Violencia Contra las Mujeres, lo que provoca que, por la mala praxis del funcionariado a cargo, las mujeres sean revictimizadas.

El acompañamiento psicológico y las asesorías jurídicas son las herramientas básicas para que las mujeres logren salir de los círculos de violencia e inicien un camino de autonomía y empoderamiento.

Por una parte, la atención psicológica ayuda a las mujeres a tomar decisiones sobre sus vidas y la situación de violencia que viven. En este caso es fundamental apoyar a la víctima y ofrecerle redes de apoyo. Dentro de estas atenciones se atienden también a las hijas e hijos y familiares víctimas de violencia de género.

Por otra parte, las asesorías jurídicas permiten orientar a las mujeres en sus pasos a seguir para llevar a cabo las denuncias y evitar que las instituciones públicas falten a su mandato de hacer cumplir la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres.

Después de una evaluación por parte del equipo técnico de Las Mélidas y Fundación Mujeres se están planificando acercamientos de las atenciones psicológicas y asesorías jurídicas a las comunidades más lejanas y con dificultades de movilización, por seguridad e incomunicación de transporte público, como por ejemplo comunidades del municipios de Ataco, de Sonsonate y San Lorenzo.