A pesar de los años transcurridos desde la aprobación de la Ley del Divorcio, son muchas las mujeres que permanecen enredadas en relaciones disfuncionales que las desgastan, sobre todo, por miedo a la soledad y sensación de inseguridad.
Al pensar en los términos separación y/o divorcio nos trasladamos directamente a la tristeza, el fracaso y la incapacidad. Sin olvidarnos del duelo y de la nueva organización que subyace a la ruptura, el divorcio como crisis supone cambios, nos traslada a un nivel diferente que debemos aprovechar para construirnos más completas.